jueves, 31 de enero de 2008

Diarios, blogs, escribientes y lectores

Una, cuando era chica, tenía un diario personal. "Íntimo" se decía y una escribía allí comenzando con la fecha y el epistolar "Querido diario" o aún "Querido diarito" o "Diarito mío" y cosas tan melosas como irrepetibles. ¿A quién le escribía una a los 12 años? ¿Al mismo ente incorpóreo, ideal y silencioso que a los 15 o a los 24? No sé. Se supone que una tenía necesidad de "descargar" "cosas" (me harta mi propio encomillado) que no contaban con un lugar ni una oreja, no contaban, digo, con receptor apropiado ninguno. Los diarios íntimos NO se escriben para ser leídos. ¿O sí? ¿Una tiene la leve sospecha, sádica o masoquistamente, de que alguien leerá eso y se enamorará de una o se enojará con una o, lo que representa el deseo más íntimo e inconfesado de cualquier mujer que escribe diarios íntimos: la conocerá "verdaderamente"? ¿Puede conocerse a una mujer sin haber leído su diario íntimo? ¿Una mujer es ella misma "sólo" cuando escribe su diario íntimo? ¿Todas las versiones de sí misma que muestra al mundo son falsas y solamente es verdadero lo que escribe en soledad y no le cuenta a nadie? Aunque también puede una ser una cargosa reiterativa y contarle a todo el mundo lo que luego repetirá en su diario (al pedo, que si un diario no tiene cosas secretas y jamás pronunciadas vocalmente no tiene sentido de existir).
Algunos de mis novios y maridos se ve que creían en ésta o en otras teorías sobre los diarios femeninos y solían leermelos para armarme flores de kilombos sobre lo que no entendían. Buscaban sexo, sobre todo, y lo encontraban, no importaba si la fecha era reciente o lejanísima, aquellas palabras ofendían su corazón masculino (enamorado de mí perdidamente hasta y sólo hasta leer aquella "basura"). Nunca pude entender por qué las páginas que NO hablaban de otros hombres sino de ellos mismos o de temas alejados de lo sexual, les eran completamente indiferentes.
Así fue que quedé acomplejadísima con lo de escribir libremente y no volví a tener diario íntimo.
¿Este blog es como un diario íntimo? Mmmmm, para mí sí, para ustedes, no. Mentira. Para mí no es lo mismo, porque no tengo que ocultarlo de mis parejas, ni mucho menos de mis hermanos o de mi padre o mi madre (aunque quizás lo esconda de mis hijos e hija). No es lo mismo porque este blog busca lectores en vez de evitarlos, aunque el pudor, aún, quizás sólo en este primer día, se conserve intacto.

¿Besos?

4 comentarios:

Susana Sussmann dijo...

Es cierto que en un blog una noescribe con la misma intimidad que profesa en un diario, mas sin embargo es lo mejor que hay para enseñar un poquito de lo que llevas por dentro.

El blog es lo mejor para que te conozca quien quiera conocerte. Así, leer blogs de otras personas te enseña mucho, incluso si son blogs no-personales.

Bienvenida a la blogosfera, Pau

Paula Irupé Salmoiraghi dijo...

Gracias, Su. Y cuando una lee lo que escribió hace días o meses o años, ¿no se arrepiente o averguenza? ¿Sirve como archivo de una misma misma? Me pasa a menudo que no reconozco como míos los papeles o archivos que encuentro en mis estantes o carpetas.

Susana Sussmann dijo...

Yo nunca me he arrepentido, pero una entrada vieja se puede borrar... o despublicar. Cuando leo las entradas viejas me da más bien como una nostalgia...

Y sí, funciona como autoarchivo :-)

Jimmy Jazz dijo...

Enhorabuena por tu blog, yo nunca me atrevería a ello, le he visto por encima y te redescubro. Sigue escribiendo.
Besos.

Lunes por la madrugada...

Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...