lunes, 25 de febrero de 2008

Mujeres escritoras

(Dos años después de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano (París, 1789), Olimpia de Gouges publicó la réplica feminista: la Declaración de los Derechos de la mujer y la Ciudadana).

"Cuando Olimpia se decidió a escribir, recibió una carta de su padre que merece ser reproducida parcialmente:
No esperéis, señora, que me muestre de acuerdo con vos sobre este punto. Si las personas de vuestro sexo pretenden convertirse razonables y profundas en sus obras, ¿en qué nos convertiríamos nosotros los hombres, hoy en día tan ligeros y superficiales? Adiós a la superioridad de la que nos sentimos tan orgullosos. Las mujeres dictarían las leyes. Esta revolución sería peligrosa. Así pues, deseo que las Damas no se pongan el birrete de Doctor y que conserven su frivolidad hasta en los escritos. En tanto que carezcan de sentido común serán adorables. Las mujeres sabias de Moliére son modelos ridículos. Las que siguen sus pasos son el azote de la sociedad. Las mujeres pueden escribir, pero conviene para la felicidad del mundo que no tengan pretensiones."


(Varela, Nuria. Feminismo para principiantes. Ed B. Barcelona. 2005)

8 comentarios:

Ro dijo...

Como cambian y ¿pienso?evolucionan las sociedades para mi es inconcebible que un padre se refiera asi de su hija, que decir del babero que llevo por las mias, que han superado con exito el defectuoso legado genetico e intelectual de sus padres
pd:te pido disculpas no pude evitar comentarlo

Paula Irupé Salmoiraghi dijo...

No pidas disculpas que yo espero ansiosa estos comentarios. Y el poroto seguro es tuyo, no de todas las sociedades.

Anónimo dijo...

Si, si. Una barbaridad la carta del papas ese, pero el mismo tipo dice que las mujeres geniales de Moliére son algo inconcebible, o sea... Moliére es hombre y no las considera así.

Omarcito

Paula Irupé Salmoiraghi dijo...

Repito algo que cuesta entender: ningún femenismo ataca "a los hombres" (todos y en la misma bolsa como se han quejado por allí). Se ataca al sistema patriarcal, al machismo como sistema, encarnado en hombres y mujeres.

Anónimo dijo...

Aclaremos tambien que el sistema patriarcal es un sistema de hombres (nenes con pitito). El machismo hace referencia al los individuos machos de la especie humana y que comunmente, cuando se ataca este movimiento (machismo) se tira mierda para todos lados, sin mirar y acaban salpicados los que no estamos a favor de ninguno de los dos (por mas que el feminismo no sea la contracara del machismo). Solo queremos empezar de foja cero y construir una nueva relación entre la humanidad.

Omarcito

Paula Irupé Salmoiraghi dijo...

Al que le quede el sayo que se lo ponga. Yo de mierda no hablé nunca. Las personas más machistas que conozco son mujeres.
Me intriga lo de "foja cero", ¿eso cómo se hace?

Anónimo dijo...

"ah, si te sentis identificado..." es una frase que escucho desde y mucho. Y uno se siente identificado cuando nos acusan señalandonos con el dedo, mirandonos a los ojos y hablando en tercera persona.
En estos casos se aplica bien el "tiran la piedra y esconden la mano" o " para saber el funcionamiento de una máquina, hay que tirarle una llave inglesa dentro y ver para donde saltan las piezas".
Foja cera, el inicio, lo básico, lo primigenio. Se discute si la mujer tiene derechos o no, se pierde tiempo en ese y no nos contestamos lo principal ¿Quienes somos?. Pero preguntarse eso implica no solo que un hombre tenga que analizar la situación de la mujer, sino tambien analizar su propia situación y descubrirse vil, egoista, vago y cagon, porque ni para el mismo se reconoce como es.
Revisemos todo desde cero y veremos como o somo honestos o nos hundimos en la mierda sin poder evitar... bah, descubrimos que estamos inmersos en ella y lo aceptamos.
La aceptación de como somos, creo, es el primer paso para crecer como individuos y como grupo.

Omarcito

Paula Irupé Salmoiraghi dijo...

Completamente de acuerdo: eso es lo que hacen los estudios de género y el feminismo.
Reproches en la ventanilla que corresponda, que sabe que yo nunca le apunto con el dedo y menos, lo miro a los ojos.

Lunes por la madrugada...

Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...