martes, 1 de abril de 2008

30 de marzo

El domingo cumplí 39 años: ¡qué día más perfecto! Hijos e hija, padre, hermanos y hermanas, cuñados y cuñadas, sobrinos, sobrinas, amigos, amigas, mi perro, mis gatos, el sol, el asado, la ensalada, las empanadas y la torta que me hizo Nadia y sobre la que plantamos y (casi) encendimos toooodas las velitas que correspondía.
Una de las tantas anécdotas del día que me hacen tan feliz:
Mi hija me dijo al levantarnos que ya estaba viejita, que no hiciera mucho esfuerzo. Y yo le tomé la cosa al pie de la letra: Bueno, nena, yo me quedo en la silla de ruedas y vos limpiá todo que tenemos gente. Ella se ocupó del escobillón y la cera pero a la noche me invitó a una sesión de limpieza de cutis antiage para que el episodio no se repita.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Y si, fue así.Solcito, comida deliciosa, mucha familia pero como si fuera la de una, amistades...Si esto es lo que llaman diversidad, yo me anoto.
Y como integrante del Club de los 50(un amigo agregaría de los cincuentones hedonistas)envío este mensaje internacional para todas las chicas del club de los 40 y adyacencias: Sepan ahora, AHORA, que son jóvenes, bellas,deseables,expertas....y disfruten sin esa carga inútil de contar los años. La vida sigue siendo extrañamenñte hermosa después, no teman.Un abrazote para Irupè. Norma

Paula Irupé Salmoiraghi dijo...

No temer... datisdecuestion.
Yo no es que le tema a los años, son las semanas, los días, los minutos los que me enloquecen.

Lunes por la madrugada...

Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...