lunes, 22 de septiembre de 2008

Los puentes de Madison

Es de esas películas que ves ochocientas veces y cada vez te parece nueva:
"Este hechizo sólo ocurre una vez en la vida", "Hay gente que busca esto toda su vida y no lo encuentra": ¡Qué ganas de creerlo y no creerlo! ¡Qué ganas de ser absolutamente injusta con mis amores anteriores y decir que éste es "el hechizo"! ¡Qué ganas de decir que la prota desperdició su vida!
Y no: la peli muestra su buena vida familiar, su amor de intensidad sosteniendo su amor de familia.
Y yo sigo creyendo (esto sí sin arrebatos y sentada sobre mi eje) que no siempre las opciones son excluyentes, sigo creyendo que se puede unir todo, que el amor poderoso y arrebatado no necesita ser sostenido sólo en cuatro días, que puede crecer, evolucionar a través de todas las etapas de la vida, que puede florecer más, que no sólo sirve para no pudrirse en una granja o dar una lección a los hijos e hijas (que Jack Sparrow y William Torner pueden convivir en un mismos amor).

1 comentario:

Anónimo dijo...

http://doblecableatierra.blogspot.com/2008/09/capitanes-de-barcos-ajenos.html

Lunes por la madrugada...

Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...