jueves, 8 de enero de 2009

Poema de Hugo Mujica

Hugo Mujica (Argentino contemporáneo). De su libro Flecha en la niebla


II

Nacer es aparecer afuera.

También darse a uno mismo la propia espalda. Ser lo que no
llego a ver.
Lo que arrastro de mí , o lo que ni fuí. (También lo que voy
dejando, la hendidura que abro.

Lo mío en lo otro.
Mi trascender.)

Nacer, acabamos de decir, es aparecer afuera. Agrego :la forma
del aparecer no abarca lo que encierra.

Nunca podremos abarcar de una mirada lo que un hombre es, lo
que yo soy para mí. Siempre me es posible más y otra cosa. Siempre
puedo desmentir lo que ya soy, esperar lo que nunca esperé.

( Y volver a nacer)

El guijarro que una montaña despide, o el que el mar va puliendo,
encierra y expresa su perfección en su cerrazón sin fisuras, en su
redondez sin aristas. El hombre , en craso contraste, por definición y
necesidad, es apertura.

Necesita serlo para poder ser lo que es.
Para intentar ser quien puede llegar a ser, quien es como constitutivo
desborde: más de lo que es.

(Desborde , iremos viendo, de alteridad en su mismidad.
De libertad en su naturaleza.
De trascendencia en su inmanencia.)

Al hombre, podríamos decir, le sobra vida. Su contenido vital
desborda su forma, su cuerpo, su inserción en la vida.

Desborde de contenido sobre la forma: crisis.

(El "más" que, paradójicamente, es su sed de vivir: de ser más que lo que cabe en él.
Experiencia de carencia.
Sal que nos modela.

Ese más , su plus, podríamos intuir, es su diferencia específica:
su posibilidad de celebración, su gratitud.

También , y por ello , su dolor.
Su imposibilidad.

La copa vacía es lo que permanece, no lo que vertimos en
ella. )

El más que debe ser para coincidir con él.

Desbordamiento de sí-el sí a mí originario con el que yo soy puesto en la existencia-
irreductible a toda imagen de desbordamiento.

Despliegue de ese sí inicial, como deseo de ser.

Medida de la desmedida del deseo.
Sed de totalidad.

(Sed hasta el límite: dios.
Límite de lo nombrado y, por lo mismo, el límite del hombre.
También su apuesta.

Su esperanza: apostar a no tener límite. Elegir lo posible,
no lo real. Lo posible hasta el final: hasta su imposibilidad.

Como si lo único que no nos fuera del todo extraño, fuera
lo imposible.

Riesgo y grandeza del hombre. Su compromiso con lo imposible.
Su grandeza : no dudar de su posibilidad.

O testimoniarla hasta la locura : hasta ser mártir de una
verdad imposible.

Locura o santidad. O Locura de la santidad : resurrección)

Cada hombre tiene la altura de su esperanza más lejana. La hondura
de su sed.

El agua que espera . ( La que deja correr, no en la que se refleja )

No hay comentarios:

Lunes por la madrugada...

Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...