domingo, 11 de julio de 2010

Casa rara

Soñé que mi mamà y mi papá alquilaban una casa para que vivieramos ellos, mis hijos e hija y yo. Era una casa rara. Hacía mucho que no soñaba con casas laberínticas. Esta primera tenìa un solo cuarto gigante y yo le decía a mi mamá dónde íbamos a dormir todos y después yo me iba por un pasillo y veía oto cuarto con dos camas gigantes y después aparecían más cuartos hasta que cada uno tenía el suyo.
La casa estaba amueblada y enlibrada: los inquilinos habían dejado libros: me acuerdo que estaban los Tesoro de la juventud que leì de chica y todavìa no me traje de lo de mi vieja, una enciclopedia tb de mi infancia que sí ya tengo conmigo y yo pensaba dónde iba a poner todo (mis libros y los de mi vieja que voy trayéndome de a poco desde que ella murió) y me dedicaba feliz a acomodar volúmenes propios y ajenos.
En otro momento del sueño yo le preguntaba a mi mamá cuàndto salìa el alquiler y ella me deía una suma exorbitante para mì que pago ahora 700 pesos, me decía 3.600 o 36 000, no me acuerdo bien. Y me decía que no importaba, que yo pagara lo que pagaba siempre y yo pensaba que iba a haber problemas sobre quièn era la dueña de casa y que se me terminaba la libertad de vivir sólo con mis hijos e hija, pero inmediatamente pensaba que iba a estar bueno poder convivir y que ya no tebía que competir con ella. Y no me acuerdo más.

2 comentarios:

Laura Ponce dijo...

Vuelven las casas laberínticas, je. Pero por lo menos no fue un sueño angustioso :-)

Paula Irupé Salmoiraghi dijo...

Sí, se ve que me voy curando.

Lunes por la madrugada...

Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...