domingo, 12 de diciembre de 2010

Las mujeres se contemplan a sí mismas mientras son miradas

"La presencia social de una mujer es diferente a la de un hombre. La presencia de un hombre depende de la promesa de poder que él encarne. La presencia de un hombre sugiere lo que es capaz de hacer para ti o de hacerte a ti.“

"En cambio, la presencia de una mujer expresa su propia actitud hacia sí misma y define lo que se le puede o no hacer.“
"En el caso de la mujer, la presencia es tan intrínseca a su persona que los hombres tienden a considerarla casi una emanación física, una especie de calor, olor o de aureola"

“Una mujer debe contemplarse continuamente. Desde su más temprana infancia se le ha enseñado a examinarse continuamente. Y así llega a considerar que la examinante y la examinada que hay en ella son dos elementos constituyentes pero siempre distintos de su identidad como mujer".

"Los hombres examinan a las mujeres antes de tratarlas. En consecuencia, el aspecto o apariencia que tenga una mujer para un hombre puede determinar el modo en que éste la trate."

"Los hombres actúan y las mujeres aparecen. Los hombres miran a las mujeres. Las mujeres se contemplan a sí mismas mientras son miradas. Esto determina no sólo la mayoría de las relaciones entre hombres y mujeres sino también la relación de las mujeres consigo mismas. “

"El supervisor que lleva la mujer dentro de sí es masculino: la supervisada es femenina. De este modo se convierte a sí misma en un objeto y, particularmente en un objeto visual, en una visión."

" En la forma-arte del desnudo europeo, los pintores y los espectadores-propietarios eran usualmente hombres, y las personas tratadas como objetos, usualmente mujeres. Esta relación desigual está tan profundamente arraigada en nuestra cultura que estructura todavía la conciencia de muchas mujeres. Hacen consigo mismas lo que los hombres hacen con ellas. Supervisan, como los hombres, su propia feminidad."

"Entre los cientos de miles de cuadros de desnudos que constituyen la tradición europea de la pintura al óleo hay quizá unas 100 excepciones que ya no son desnudos, pues rompen las normas de la forma-arte; son cuadros de mujeres amadas y más o menos desnudas. En todos los casos, la visión personal que tiene el pintor de aquella mujer concreta que está pintando es tan intensa que no hace concesión alguna al espectador. El espectador presencia la relación (de la mujer con el artista) pero nada más.

"Tu pintas una mujer desnuda porque disfrutas mirándola. Si luego le pone un espejo en la mano y titulas el cuadro "Vanidad" (Merling) condenas moralmente a la mujer cuya desnudez has representado para tu propio placer. Pero la función real del espejo era muy otra. Estaba destinado a que la mujer accediera a tratarse a sí misma principalmente como un espectáculo."

Fragmentos Modos de ver de John Berger

5 comentarios:

oh nikita dijo...

muy bueno...

Paula Irupé Salmoiraghi dijo...

LO encontré buscando material para preparar mi final de griego (sobre mujeres y diosas griegas). Ya me voy a ir buscando el libro no?

Julia dijo...

Voy a buscarlo ya, gracias!
En el 97 balbucée algo sobre mujeres disfrazadas de hombre intendando sostener alguna de estas ideas... ¡Qué bien me hubiera venido este apoyo teórico!

Paula Irupé Salmoiraghi dijo...

Sisisi, parece muy interesante.
¿Leiste Mujeres que escriben sobre mujeres (que escriben)? Sé que hay dos tomos, yo tengo solamente uno.

Julia dijo...

No, no lo leí. Veré de qué se trata.

Lunes por la madrugada...

Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...