sábado, 8 de enero de 2011

Aquello que no puede asimilar

"Los “poetas malditos” no son una creación del romanticismo: son el fruto de una sociedad que expulsa aquello que no puede asimilar. La poesía ni ilumina ni divierte al burgués. Por eso destierra al poeta y lo transforma en un parásito o en un vagabundo. De ahí también que los poetas no vivan, por primera vez en la historia, de su trabajo. Su labor no vale nada y este no vale nada se traduce precisamente en no ganar nada. El poeta debe buscar otra ocupación –desde la diplomacia hasta la estafa– o perecer de hambre."


OCTAVIO PAZ, La casa de la presencia. El arco y la lira.

1 comentario:

Laura Ponce dijo...

Interesante. El arte y la ciencia, el lugar que les da una sociedad, dice mucho de sus valores y del respeto que tiene por la sensibilidad y la búsqueda de conocimiento.

Lunes por la madrugada...

Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...