jueves, 17 de febrero de 2011

Prenderán todas las luces de mis salas interiores

Poema de amor de la chica iguana y el peregrino

a javier, en love-trip


Ana Wajszczuck




estamos en el trópico – green season

yo soy la chica iguana

amontono deseos en cualquier cueva

como animales abandonados después del verano



él es el peregrino y una vez me vino a buscar

dijo: sé para siempre tus secretos

dijo: princesa iguana

el brillo lunar de la noche nos mece, las piedritas

lagrimales de la playa van a acunarnos como joyas de tu única corona



todo de mí sabe el peregrino lo que no sé

sabe del cementerio de los barcos dolientes

sabe de los verdes rabiosos de mi salita interior

de toda una estirpe encallada en mi garganta

él puede entrar donde quiere

y donde nunca lo dejarán

ni le importa

a mi sí me importa porque tengo

sed

y quiero entrar

siempre entrar

donde nunca me dejan



en el espejo no me dejan entrar

en el centro de toda belleza no me dejan entrar



vení calmémonos en mi sed iguana me dice

que todos tus deseos son ridículos

y no tienen nombre



que sediento más soberbio

dice la iguana

peregrino no sabés acaso que toda salvación mata



soy la chica iguana

la medusa la princesa la fulgurante

pero ningún nombre me reconoce

pero yo igual voy a decir el tuyo

en el quiebre de esta noche



voy a decir magia

para que siempre me salves

de estos mediodías que me estrían

de esta demasiada sed



mi sed porosa y salina

como el pacífico de tu tierra prometida

mi sed odiosa

que se calma en la tuya



en el espejo no me dejan entrar

en el centro de toda belleza no me dejan entrar



teneme peregrino entonces así enredada

en tu suavidad cóncava

que me voy como una Alicia maniática

reptando por bosques niños inventados



que te voy a enfermar peregrino

que te vuelvo loco

le crecen los colmillos a la noche

y me encerrarán en una torre

con mi sed de mil demonios

ningún ángel querré que me rodee, ninguno

y prenderán todas las luces de mis salas interiores

de mis salas de estar



peregrino peregrino

no me dejes



decime algo más

que tu voz es el agua

el vaivén húmedo de un umbral

decime algo más peregrino

aunque ninguna palabra tuya

baste ya para sanarme

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Lunes por la madrugada...

Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...