jueves, 14 de julio de 2011

Reflexión docente

Toda mi vida de docente trabajé pensando en cómo lograr que los chicos y chicas aprendieran, se quedaran en la escuela, les gustara aprender y se sintieran queridos y respetados. ¿De qué me puedo asustar cuando "bajan" las directivas sobre permanencia, retención y promoción? Siempre estuve "del lado del pibe", siempre "se la hice fácil", porque mi trabajo es ése: hacerla fácil (a mi materia, a lo que explico).
Ahora: ¿adónde dice que los tengo que aprobar aunque no sepan? ¿Adónde dice que les tengo que reagalar la nota y ni ellos ni yo hacer nada por aprender? Que me lo pongan por escrito, porque yo NO entiendo que todo el mundo deba pasar sin aprender ni aprobar sin saber: la "retención" implica que se queden en la escuela aún repitiendo, la "promoción" no significa que deban egresar a los 17 años. Hay que quitarle problematización a la repitencia y que el que no puede o no quiere aprender en un año lo siga intentando todo lo que sea necesario. Acepto ese trabajo, NO acepto el de poner sietes como quien regala espejitos de colores.

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Lunes por la madrugada...

Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...