domingo, 22 de enero de 2012

Los gestos correctos en el lugar errado

He construido un jardín ....



Diana Bellesi



He construido un jardín como quien hace

los gestos correctos en el lugar errado.

Errado, no de error, sino de lugar otro,

como hablar con el reflejo del espejo

y no con quien se mira en él.

He construido un jardín

para dialogar

allí, codo a codo con la belleza, con la siempre

muda pero activa muerte trabajando el corazón.

Deja el equipaje repetía, ahora que tu cuerpo

atisba las dos orillas, no hay nada, más

que los gestos precisos -dejarse ir- para cuidarlo

y ser, el jardín.

Atesora lo que pierdes, decía, esta muerte

hablando en perfecto y distanciado castellano.

Lo que pierdes, mientras tienes, es la sola compañía

que te allega, a la orilla lejana de la muerte,



Ahora la lengua puede desatarse para hablar.

Ella que nunca pudo el escalpelo del horror

provista de herramientas para hacer, maravilloso

de ominoso. Sólo digerible al ojo del terror

si la belleza la sostiene. Mira el agujero

ciego: los gestos precisos y amorosos sin reflejo

en el espejo frente al cual, la operatoria carece

de sentido.



Tener un jardín, es dejarse tener por él y su

eterno movimiento de partida. Flores, semillas y

plantas mueren para siempre o se renuevan. Hay

poda y hay momentos, en el ocaso dulce de una

tarde de verano, para verlo excediéndose de sí,

mientras la sombra de su caída anuncia

en el macizo fulgor de marzo, o en el dormir

sin sueño del sujeto cuando muere, mientras

la especie que lo contiene no cesa de forjarse.

El jardín exige, a su jardinera verlo morir.

Demanda su mano que recorte y modifique

la tierra desnuda, dada vuelta en los canteros

bajo la noche helada. El jardín mata

y pide ser muerto para ser jardín. Pero hacer

gestos correctos en el lugar errado,

disuelve la ecuación, descubre el páramo.

Amor reclamado en diferencia como

cielo azul oscuro contra la pena. Gota

regia de la tormenta en cuyo abrazo llegas

a la orilla más lejana. I wish you

were here, amor, pero sos, jardinera y no

jardín. Desenterraste mi corazón de tu cantero.




De: "El jardín"

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Lunes por la madrugada...

Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...