lunes, 6 de febrero de 2012

Leopoldo vino a casa por mí pero se casó con Susana

"Nadamos toda la mañana y yo les leí poemas de Alfonsina: y cuando llegué a donde dice: “Una punta de cielo/rozará/la casa humana”, me separé de ellos y me fui lejos, entre los árboles, para ponerme a llorar. Ellos no se dieron cuenta de nada."
(Adelina, la hermana poeta, Susana y Leopoldo)

Juan José Saer. "Sombras sobre vidrio esmerilado"

2 comentarios:

Laura Ponce dijo...

"Ellos no se dieron cuenta de nada."
Tremendo. Cuántas veces pasa... :-S

J.J. Jacobo dijo...

Suele pasar bastante a menudo. La naturaleza y la testosterona masculina no cuadran muchas veces con la sensibilidad que la misma naturaleza desprende.

Lunes por la madrugada...

Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...