domingo, 5 de febrero de 2012

Mi pecado fue quererte

Me lo acordé recién cuando vi su número en mi celular. No me lo había acordado al despertarme y ahora todavía dudo si fue sueño o realidad (no, diómelibre que no sea realidá). Resulta que él se “enteraba” o se hacía cargo o su mujer se daba cuenta o no sé qué motivos lo llevaban a publicar, a escrachar en medios y redes sociales que yo lo quiero (que lo quiero a escondidas pero lo pongo sutilmente en mi blog). Y había toda una “movida de prensa” (en el sueño, ahora sé que solamente pudo ser un sueño, yo veía los titulares de los diarios girando como en las viejas series de Batman y Robin mientras el canillita gritaba Extra-Extra) acusándome de quererlo, así, a escondidas, y haber atentado contra su buena fe, contra su amistosa distancia, contra su objetividad compañeril, yo, queriéndolo, qué pecado.

2 comentarios:

Laura Ponce dijo...

Jajaja! Impagables la imagen de los titulares girando!!! :-P

Paula Irupé Salmoiraghi dijo...

Te imaginás el papelón?

Lunes por la madrugada...

Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...