sábado, 10 de agosto de 2013

Labraré si gustas dello

La hermosa Zara Cegrí



La hermosa Zara Cegrí,
en todo bella agraciada,
discreta, porque sirvió
a la reina en el Alhambra,
hija del alcaide Hamete
que tuvo en tenencia a Baza,
en el porfiado cerco
del rey Fernando de España,
ya después de muchos días
por falta de vituallas,
se entregó el mísero alcalde,
siendo su casa asolada.
La bella Zara le cupo
a la condesa de Palma,
que acompañando a la reina
se vino al cerco de Baza.
La condesa le pregunta
a Zara en qué se ocupaba
y qué ejercicio tenía
en el Alhambra en Granada.
Llorando, la mora dice:
-Señora, asentaba plata,
labraba la seda y el oro,
tañía, también cantaba;
pero agora sólo sé
llorar mi mucha desgracia,
porque aunque mercedes me haces,
a la fin, fin soy tu esclava,
y para pasar el tiempo
de cautiverio en tu casa,
labraré, si gustas dello,
una nao bien aprestada,
navegando viento en popa,
luego la mar alterada
con las olas por el cielo
y que las velas amaina,
y en la alta gavia esta letra,
que diga en lengua cristiana:
"No hay bonanza que no vuelva
en gran tormenta y borrasca";
y por orla en la babor,
que diga en letra de Arabia:
"Podrá ser que Alá permita
que tenga fin mi desgracia".
-Muy bien me parece, mora,
esa labor que tú trazas,
que es conforme a mi deseo
y al tiempo en que te hallas.


Anónimo

3 comentarios:

Julia dijo...

Me encantan los romances. No me acuerdo si a éste lo llamarían "tradicional" los especialistas.
Me encanta cómo retrata la melancolía del vencido, ¿no?
En cuanto a las inscripciones de las que hablábamos el otro día, fijate que una, la primera, está en la gavia; lo busqué y es una de las velas superiores (y pequeñas) de los barcos antiguos, o puede ser que sea directamente como un estandarte...
La otra, en arábigo, está en uno de los costados, el que queda a la izquierda si uno mira hacia la proa (parte de adelante) del barco.
Resulta bastante ambiguo el significado total ¿la buena fortuna llegará si se vuelve al puerto de donde se partió? De lo que hay menos dudas, al menos me parece, es de que la inscripción de la gavia, que aparece como un estandarte o una proclama de ese navío que es como la vida de la mora, da una máxima general: la bonanza se acaba, todo cambia. Podrá ser también que cambie la bonanza de los conquistadores? ¿O es solamente una comprobación melancólica y de aceptación de la derrota?

Paula Irupé Salmoiraghi dijo...

No lo había pensado por la ubicación de los textos... Es interesante.
A mí me había llamado la atención la función del bordado silencioso, las dos lenguas y la otra mujer en el lugar del sometedor, la yegua que le dice sí, te doy permiso, esa es una buena tarea para vos en este momento.¿O es una voz más amiga? A mí me sonó medio opresora...

Julia dijo...

No sé, tengo la misma duda. Es cierto que no suena muy simpática la voz de la de condesa, al menos no la consuela para nada. Queda como más fuerte en el romance el dolor de la mora y de ahí que me interesa cómo leer lo que labra ¿Cuál será el fin de su desgracia si Alá quiere?
Por otro lado, hay que ver las otras actividades que deja por bordar: ya no canta ni toca instrumentos ¿eso será lo que le parece mejor a la condesa o se refiere a la nave simbólica que borda?
Me encantaría ver si hay variantes en la tradición, para descubrir cómo se transmitió en distintas comunidades. Son apasionantes los romances.

Lunes por la madrugada...

Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...