martes, 17 de septiembre de 2013

Querida, incendié el gato

UUUuuuu, qué mal estoy: Mi gato (el más loco de los 4, el que nació en casa y es medio deforme: le falta un ojo, es chueco, nació muy chiquito) siempre se duerme arriba de la cocina porque dejo el horno abierto y prendido. Fui a prender una hornalla y... ¡Me olvidé de correrlo!!!! Vos te creés que salió cagando? No, todos los pelos prendidos fuego y él lo más pancho.

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Lunes por la madrugada...

Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...