sábado, 1 de febrero de 2014

y yo y mi pena tatuada emprendimos un tributo al agujero

DEMONIA FACTORY

Ernesto Carrión 






UN HOMBRE ES ESA LENGUA ADVERSA QUE TODOS RESPETAMOS// TÚ QUE ACASO HAS COMULGADO CON MI CARNE, BEBIDO HASTA SACIARTE EN MIS ESTRÍAS, APIÁDATE DE MÍ

ya nadie admira el ocaso -dijo mi madre- y soltó las amarras Espérate -susurré- tengo tatuada la pena La pena le explicaba y soltó las amarras Espérate –susurraba- tengo tatuada la pena El sol hecho cabuya y el átomo de la bomba agitándose en mi ojo
bajando por esta calle que tiembla desde la puerta hacia sus cloacas enormes donde el sueño cae brillando como las monedas
luego la media siesta de mi cuerpo Mi cuerpo violentado sin temor a los quince años Esa preñez inmediata y mi hija que vino pronto a compartir esta extranjería: nuestra Familia: una tía avarienta un marido por primo jurándome que de aquí no saldría viva-no saldría muerta Que jugara a la puta con las piernas quebradas Con las piernas abiertas como antenas de radio para que esté saludable
y yo y mi pena tatuada emprendimos un tributo al agujero Convencimos a este cuerpo ahora cabeza tatuada que aquí no era importante madurar el deseo Salpicar la sangre// Que aquí era más importante comprar a diario los víveres los frutos menos podridos para improvisar la merienda o el almuerzo: esa puntualidad y maniobra con que ocultamos los rostros debajo de nuestros ojos por un momento Diciéndome: este sonido que haces eres tú misma Este sonido intentando no dejar un sonido O este sonido que debe sostenerse sin volverse uno
lejos de mí misma -cerca de aquí- noches cruzaron el espacio agujereado por la catarata roja de mi lengua que miraba con tristeza la manzana fermentada entre mis muslos Por los cuentos de serpientes antiguas que no se animaron a llorar sobre mi sexo mudo Quieto Ensimismado Tras una casa apedreada donde aún se oye a las plegarias golpeando el vidrio
lejos de mí misma -cerca de aquí- creo haber llevado una vida pudorosa Encerrado el mundo entero en este piso encerado con severidad y asombro
caminado sin color la calle O´Connor trazando un ocho horizontal con mis tobillos sin levantar esta falda larga que tiembla en confidencia su rastrojo Sin pretender ubicar demasiado lo que hace mi mano izquierda: el reino insepulto de sus distracciones Mi cabeza apuntando hacia el vacío -atada por su adulto- volándome la tapa de los ojos
esperando abrirse paso en los funerales

Ernesto Carrión (Ecuador, 1977). Poeta. Es autor del libro La muerte de Caín, cuarteto formado por los poemarios:El Libro de la DesobedienciaCarni valeLabor del Extraviado y La Bestia Vencida. Actualmente trabaja en el quinteto Los duelos de una cabeza sin mundo; del que han aparecido hasta el momento los libros: Demonia Factory (Zignos, Lima, 2007/ Eskeletra, Quito, 2008) y Monsieur Monstruo (Santa muerte cartonera, México D.F.) Asimismo publicó, junto al poeta peruano Maurizio Medo, los poemarios Contramano (2008) y Álbum de arena(2008). Preparó también el libro Identidades a Plazo [Recopilación de textos de pacientes del Hospital Psiquiátrico Lorenzo Ponce] (2009). Ha obtenido el Premio Nacional de Poesía César Dávila Andrade (2002), el Premio Latinoamericano de Poesía Ciudad de Medellín (2007) y el Premio Nacional de Poesía Jorge Carrera Andrade (2008).


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Lunes por la madrugada...

Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...