domingo, 28 de septiembre de 2014

El verdadero lugar de nacimiento

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Escrituras viajeras



28-09-2014 |

Samanta Schweblin, Antonio Ortuño y Edmundo Paz Soldán participaron de un panel sobre Narrativas migrantes en el marco de la sexta edición del Filba Internacional.


Por Cecilia Boullosa. Foto: Rodrigo Ruiz Ciancia.



IMG_9872Agustín Valle, Edmundo Paz Soldán, Antonio Ortuño y Samanta Schweblin.


“Creo que el movimiento es malo, pero a la vez todo eso es lo que trae literatura. En ese universo de incomodidad es donde habito y donde escribo”, dijo el periodista y escritor mexicano Antonio Ortuño, nacido en Jalisco -tierra de Juan Rulfo- y autor de Recursos Humanos y El buscador de cabezas. Recién arrancaba la charla de Narrativas migrantes en un espacio del que uno jamás querría migrar: la hermosa biblioteca de la Alianza Francesa, sede Buenos Aires. Con la moderación de Agustín Valle y la participación de la argentina Samanta Schweblin -hoy residente en Berlín- y del boliviano Edmundo Paz Soldán -hoy residente en un pequeño pueblo universitario de Estados Unidos donde el invierno dura seis meses- las preguntas cubrieron un amplio espectro: desde en qué idioma sueñan hasta cómo México pasó de ser un refugio de exiliados a un país que hoy ignora a cientos de miles de migrantes centroamericanos que intentan cruzar sus fronteras para hacerse el american dream.
Paz Soldán (Río fugitivoSueños digitalesPalacio quemado) contó que tuvo dos grandes migraciones: la primera, a los 17 años, cuando vino a vivir a la Argentina para estudiar ingeniería en petróleos y aquí descubrió un mundo cultural que lo marravilló -”Buenos Aires está conectada con mi inicio en la literatura”- y la segunda cuando se mudó a Estados Unidos. “Todos me preguntan por qué me quedé en un pueblo que no me gustaba, pero descubrí que es un buen lugar para escribir. Creo que preferí sacrificar mi vida social por la escritura”.
Para Schweblin, quien acaba de publicar su primera novela, Distancia de rescate, los viajes cortos no son provechosos para la escritura -”puedo editar, corregir, pero no sentarme a escribir, para escribir necesito mis cosas, mi escritorio”- pero sí ahora en Berlín, donde está asentada. “Berlín es un lugar especial porque no hablo el alemán, apenas lo entiendo, allá soy una excluida total. Así que mi mirada está puesta sobre Argentina y ahora también sobre Latinoamerica”.



Sueños y citas

¿En qué idioma sueñan? Paz Soldán dijo que lo sigue haciendo en español, cree, porque no tiene mucha memoria de sus sueños. Ya no se anima a escribir ficción situada en Bolivia. “En los últimos 10 años ha habido una transformación política y social tan grande, desde la llegada de Evo Morales al poder. No sé si llego a entender la Bolivia de hoy. Hay ciertas claves del país que he perdido”.
¿Libros que los han hecho viajar? Schweblin nombró Las doradas manzanas del sol, de Ray Bradbury, Paz Soldán Los trazos de la canción, de Bruce Chatwin.
Para terminar dos citas que circularon por la biblioteca de la Alianza Francesa la tarde del viernes y ayudan, un poco,  a definir el espirítu de la mesa. Una de Nietzsche que dice que uno no es del lugar donde nació si no de donde alcanza su máximo esplendor. Y la otra, de Memorias de Adriano, de Marguerite Yourcenar: “El verdadero lugar de nacimiento es aquel donde por primera vez nos miramos con una mirada inteligente”.


Tomado del blog de Eterna Cadencia

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