miércoles, 22 de octubre de 2014

Juguemos en el bosque


FIFBA

El folklore tendrá su Woodstock en La Plata

Tres días de festival con visitas internacionales y locales


Por Gabriel Plaza | LA NACION




El Festival del Bosque es una experiencia que es necesario vivir por lo menos una vez para entender cómo la música de raíz y los públicos, rodeados por la atmósfera armoniosa del bosque, pueden convivir sin prejuicios: indie, chacareras, moombahton, cumbia, psicodelia, reggae haitiano, chamamé, guaracha, chanson francesa, carnavalitos, milonga y funk sonarán sin disputas.
En su sexta edición, el Fifba -organizado por Gobierno de la Provincia de Buenos Aires
- busca posicionarse como un festival que indaga en las identidades regionales a nivel global. Basta con observar su grilla ecléctica y sorprendente con bandas internacionales como Sonido Gallo Negro de México y Graveola de Brasil, referentes locales como Raly Barrionuevo y Horacio Banegas, ídolos populares como el Chaqueño Palavecino, fenómenos ascendentes como Onda Vaga y artistas de la nueva escena como Morbo y Mambo.
Entre el viernes y el domingo, a la manera de un Woodstock criollo, se realizarán más de treinta conciertos gratuitos en los tres escenarios montados en los bosques platenses, con actividades especiales para los chicos. Para los que decidan hacer una expedición musical hasta los escenarios, ubicados en el centro de la ciudad (entre calle 1 y 50), habrá micros desde Retiro,carpooling (por vayamosjuntos.com.ar) y estacionamiento para bicis. A continuación, los conciertos que no hay que perderse.

Cumbia de la jungla. El poderoso dúo de MC llamado Fauna dejó con la boca abierta al público de Coachella. Una oportunidad para descubrir su mixtura cumbiera y reggaetonera con potentes rimas (escenario Alternativo, el viernes, a las 18).

Canción con todos. Onda Vaga promete transformar el bosque en un gran fogón a cielo abierto y bajo las estrellas con caballitos de batalla como "Mambeado" (escenario Panorama, el viernes a partir de las 20).

Glorias argentinas. El maestro Ramón Ayala con los Hermanos Núñez trae sus páginas más bellas, como "El cosechero", para llevar al público de viaje por el litoral (escenario Fogón, el sábado, a las 19.15).

Quiero que me toquen cumbia. Desde que llegó de Colombia, la cumbia argentina desarrolló su propio estilo y estética. La Orkesta Popular San Bomba, formada por más de veinte integrantes, fusiona ritmos urbanos con temas propios, espíritu balcánico, big band, orquesta de salsa y actitud rocanrolera. El grupo, que tiene grabados dos discos, rinde tributo a los estilos de la cumbia argentina con dos invitados que son, por derecho propio, íconos de la bailanta: Adrián y los Dados Negros (cumbia norteña, conocido por hits como "Tarjetita de invitación") y Gitano López, voz del emblemático grupo Los Cartageneros (escenario Panorama, el viernes, desde las 20).

Milonga eterna. No hay mejor oportunidad de escuchar la milonga que en un paisaje de árboles como el bosque. En esa atmósfera bucólica, el cantante Cristóbal Repetto desenterrará el arte tradicional de la milonga pampeana para devolverle su brillo y eternidad con el repertorio incluido en su disco Tiempo y silencio, producido por Gustavo Santaolalla (Fogón, el sábado, a las 16.30).

Monte digital. El encuentro entre el sonido del monte santiagueño de Elpidio Herrera y sus sachas guitarras con el universo digital del power trío que conforma Tremor es una de las perlas de este festival y uno de esos cruces arriesgados para no perderse. ¿Qué puede salir de dos propuestas aparentemente antagónicas? Quizá sea una vuelta de tuerca más a la relectura de la música de tradición folklórica y su futuro sónico. Elpidio Herrera provoca efectos sonoros que lo asemejan a un Jimmy Hendrix santiagueño, mientras que Leo Martinelli, creador de Tremor, explora las rítmicas argentinas con el modus operandi de un científico loco, capaz de cortar y pegar malambo, coplas, chacareras, glitch, IDM y noise (escenario Panorama, el sábado, a partir de las 20).

Psicodelia folk rock. Un cantante que se viste de Superman y canta chamamé; un guitarrista que parece un pasero del Paraguay, y un colectivo de artistas que entra y sale para conformar una nave psicodélica de la exótica tierra formoseña. Nde Ramírez es una de las más extrañas y originales criaturas que emergieron de la región litoraleña. A la vez, es la cabeza visible de una escena explosiva que cruza la psicodelia natural del litoral y la cultura rock. Su música invita al trance con un sonido experimental y un realismo mágico que invoca mitos populares y convierte sus conciertos en performances delirantes (escenario Alternativo, el sábado, a las 18.30).

Orquestas para bailar. Dentro de las secciones del festival, el momento de las orquestas sube la temperatura al clima tranqui que ofrece la tarde en el bosque. Los Chaque Ché, habituales animadores de las bailantas correntinas, provocarán el desenfreno bailable con su chamamé crudo y maceta y un bajista que recuerda a Flea de los Red Hot Chilli Peppers (escenario Alternativo, domingo, a las 19.45).

Periferia santiagueña. Santiago del Estero es conocido por sus chacareras, pero no tanto por el temblor adrenalínico que provoca la guaracha santiagueña, un estilo que se baila dentro de las clases populares y que genera un trance rítmico que duplica en intensidad a la chacarera. La orquesta Arcanos del Desierto, formada por una nueva generación de músicos de esa provincia, reivindica este ritmo que bien podría entrar en cualquier compilado de world music producido por David Byrne (escenario Alternativo, el domingo, a las 16.30).

Chanson portuguesa. Dom La Nena es una de las joyas internacionales que vienen al Fifba. Su sonido sofisticado vincula su origen portugués y su crianza musical francesa, el mismo que la llevó de gira con Jane Birkin. Cantando con ese fraseo ronroneante similar al de otras cancionistas francesas, utilizando loops y tocando su chelo, crea un ambiente intimista y cautivante (Fogón, el domingo, a las 17.15).

Misa folk. La cantante Liliana Herrero y el guitarrista Juan Falú se encuentran en el espíritu de la guitarreada y la ceremonia del fogón para cantar junto al público aquellos himnos de Leguizamón-Castilla y Falú-Dávalos, entre otras obras preciosas del folklore (Fogón, el domingo, a las 18.45).

Patio santiagueño. Los Carabajal recrearán un repertorio criollo y acústico como si estuvieran de fiesta (escenario Panorama, el domingo, a las 20).

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Lunes por la madrugada...

Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...