miércoles, 29 de octubre de 2014

Miércoles por la mañana

Agarrar la bici casi como una travesura. Ponerme un pañuelo en la cabeza porque llueve pero hace calor para campera. Que mijita me diga: ¿Estoy muy dormida o me estás diciendo una boludez?" y "Te vas a resbalar" y también se asome a la puerta, como mamita, cuando yo ya salía y me recuerde que hay que inflar la bici o se rompe. Y a mí me dé vergüenza repetirle a dónde voy.
Pero me la aguante (a la vergüenza) y pedalee hasta su casa como si todo fuera sencillo, por un rato.

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Lunes por la madrugada...

Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...