lunes, 27 de abril de 2015

Mi primer Carne Argentina



Hace tanto que quería ir, tantos encuentros que posteaba y dejaba pasar la ñata contra el vidrio porque cómo llegar, porque con quién, porque cómo volver. Y mi pata mágica lo ha hecho posible: fuimos con Edi.
Inicialmente yo quería escuchar a Mario Ortiz de quien he leído sus libros y me gustaban tanto. Él estuvo al final y no me gustó nada su voz ni su tono ni su modo didáctico de leer lo que, por suerte, vuelvo a buscar en mi biblioteca y me sigue gustando (traspiés del poeta y la poesía).
Después había leído notas sobrela chica boliviana, Liliana Colanzi, y estaba ansiosa por escucharla pero lo que recibí superó todas todas todas mis expectativas, boquiabierta quedé, sí, sí.
Tres autores más hubo. De Marcelo Díaz tenía referencias nada más y su lectura me dejó medio colgada, medio que no sé si entendí o no o había mucha tecnología en esos versos. Igual me dieron ganas de buscarlos y releerlos en silencios que nunca se sabe qué pasa en vivo y qué pasa en casa.
El primero en leer, el inicio de su novela, fue Lloyds Lebrón. Yo lo escuchaba medio de coté porque su novela se llama Merca y odio las historias de reviente, pero me gustó mucho el vocabulario, los giros chetos, el tono garca bien porteño.
En segundo lugar leyó Sonia Scarabelli que yo no tenía de nada, poeta santafecina, me encantó. Poemas inmensos que quiero ya ponerme a buscar y que se jodían un poco con la impostación demasiado monótona que ella hacía de su voz pero sobrevivían al contacto con el aire como bichos muy muy resistentes.
Así que una tarde/noche gorda gorda y mucho para seguir.

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Lunes por la madrugada...

Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...