viernes, 31 de julio de 2015

Mi enojo

Me llama el otro día a las 2 de la mañana y no reaccioné del todo. Me llama hoy a las 10, como si nada, "a ver si se puede hablar con vos". Uy, la de cosas que pasaron por ese teléfono. Qué placer animarme a hacerlo mierda (juro que nunca en mi vida, y mirá que me hizo millones, me había sentido realmente enojada y se lo había podido decir). Me pregunta qué tiene que hacer entonces. Jaja. Le dije no sé en vez de aconsejarle que se vaya a la concha de la lora. Estuve floja al final.
En el medio quiso patalear con sus técnicas de escape: "Yo me mando cagadas pero fíjensé ustedes también lo que hacen" (no sé a quiénes abarca el plural), "Te dejo que atiendas tu celular", "Estás ocupada te llamo después", "Ah, no me acuerdo porque no tiene importancia, vos te acordás de lo tuyo porque habrá sido importante", "Estoy haciendo esto del auto para dejárselo a ustedes, ¿no es algo bueno?" Qué reverendo HDP, cómo me manipula, cómo quiere sacarla barata. ni un cachito de pena me dio, le recordé toda la conversación de ese viernes mortal, todas sus frases de mierda, todo el mes que lo estuve esperando a él y a sus estudios. Finalmente dijo que no me molestaba más, porque era todo verdad y era una mierda y cortó. Qué alivio.

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Lunes por la madrugada...

Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...