domingo, 27 de septiembre de 2015

Hay que aprender a compartir(me)

No puedo quererte porque no me dejás que quiera a todo el resto del mundo al que siempre quise tanto.



Siempre dije: el que me da a elegir pierde: soy mujer de muchos amores, aunque me acueste solamente con vos.



Soy físicamente monogámica, pero seguro que es un prejuicio, un resabio de mi mala educación sentimental, e ideológicamente promiscua.



Sobre mi cama: Demitrópulos, Saer, Feiling, Schweblin, Figueras, Roffé, Heker, Ospina. Si no te gusta esta promiscuidad, acostate con otra.



¿Celoso? Uf, ya deberías haber aprendido que no te conviene competir, perdés siempre, mejor unirte a mis amores de toda la vida.


No soy una figurita que se canjea. No quiero que sean mi figurita difícil. Dejémonos de coleccionar traumas infantiles.



¿Por qué tengo que perder tanto para tenerte?




Me consuela de haberte perdido pensar en todo lo que gané a cambio.

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Lunes por la madrugada...

Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...