jueves, 22 de diciembre de 2016

Décalogo de la yegua irónica que debe aprender a adaptarse pedogógicamente a las instituciones donde trabaja

Decálogo del o la docente sobreadaptado:

1. No pensar individualmente ni integrarse al pensamiento colectivo genuino.



2. Cumplir con planillas, formularios y/o actividades que "bajan" temblando de miedo por las represalias que puedan venir "de arriba".



3. Chapear con tus conocimientos y formación pedagógica para denigrar al o la compañera y tapar tu vacío existencial.



4. Boicotear toda idea, proyecto o manifestación de vida alegre que se te cruce en las escuelas porque atenta a tu queja permanente.



5. No tener jamás en cuenta qué quiere, necesita o reclama la persona que tenés al lado (si es alumne, menos)



6. Decir todo el tiempo "pedagógico", "áulico" (ah, no, eso pasó de moda hace como 5 años), "proceso" y otros términos que jamás incluyen enseñanza ni aprendizaje , términos que se te olvidan cuando te ponés irónica a hacer decálogos.



7. Olvidar toda conexión con el sujeto de aprendizaje, sea una misma o algún otro que mira con cara de nada o de todo desde el banco.



8. Repetir, repetir, repetir, repetir, repetir, repetir (objetivos, contenidos, conductas, manías, maldades, hasta genialidades que dejan de serlo por aburrimiento.)



9. Cansarse antes de terminar nada (incluso los decálogos autopropuestos)



10. Pensar todo el tiempo cuánto falta para las vacaciones, la jubilación, el recreo, la huída a casa, la explosión de todas las instituciones educativas.

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Lunes por la madrugada...

Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...