miércoles, 19 de abril de 2017

Es negro

En tu piel

"Estoy en un aprieto. Sólo me queda elegir un jugador para formar equipo. La clase está inquieta, la pelota espera, el profesor interviene:
-Bueno, Ricardo, si quieres tener tiempo para jugar a ser Messi, elige al último jugador. ¡Rápido, por favor!
Hay veces, señor Simón, que no hay donde elegir. Las opciones son entre la vergüenza y el asco".

Y así comienza esta historia. Si os decimos que la vergüenza tiene como nombre Silvia, el asco podréis imaginar cuál de los dos menores del banquillo es. Y es que En tu piel no nos ha dejado indiferentes. Duele pensar en la dureza de sus discursos y saber que son reales. 


"Ricardo odia a Malal. A lo mejor porque Malal es negro... Un día, jugando al fútbol, Ricardo golpea a Malal. En ningún momento se había imaginado el efecto que tendría ponerse en su lugar, en su vida, en su piel. Debería habérselo pensado antes. Ahora, ya no hay elección".

Al día siguiente del golpe a Malal y la posterior pelea entre ambos, Ricardo amanece en casa. Su madre Nina (Ricardo no tiene padre), como cada mañana, se va a trabajar una vez preparado el desayuno a su hijo. Antes de su salida y sin esperar respuesta, Nina le pregunta a Ricardo qué le ha pasado en el dedo. El joven descubre que tiene el dedo índice derecho negro. Un negro Malal. 

A partir de aquí, Ricardo sufre una transformación personal diaria y es que ya no sólo su dedo es negro, también su mano y finalmente su cara. No queremos desvelaros demasiados detalles del argumento. Os invitamos a descubrir la historia por vosotrxs mismxs. Sólo os contaremos que hay una ausencia del hogar, sufrimiento, un encuentro racista con cabezas rapadas, desesperación y, finalmente, mucha ayuda y comprensión. Ponerse en la piel del otro, sentir cómo vive da lugar al nacimiento de una amistad. Entre Malal y Ricardo ya no hay miedo. 

"Aunque nunca nada será como antes.
Tengo un corazón nuevo.
Un poco más puro.
Un corazón multicolor.
He cambiado".

Podemos disfrutar de este libro, escrito por Emmanuel Bourdier e ilustrado por Emre Orhun, gracias a la editorial Takatuka.


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Lunes por la madrugada...

Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...