lunes, 11 de septiembre de 2017

A caballa desbocada ¿qué se le hace?

¿Cómo aprender a querer sin fusionarse con el otre (en términos de mi astróloga y de mi psicoloca juntas)? ¿Cómo se hace para no hacerse ilusiones (o no demasiadas o no excesivas o no más que las que el olmo depare)? ¿Cómo se disfruta lo que hay sin soñar con lo que falta? ¿Cómo se aquieta el deseo propio para escuchar el ajeno? ¿Cómo se sofrena, refrena, encausa, entuba, modera, casi reprime pero con alegría, esta manía insoportable de desconcharse por cualquier cosita?

No hay comentarios:

Lunes por la madrugada...

Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...